Hasta 1.500 ovejas merinas, procedentes de los invernaderos del Valle de Alcudia --situado en las proximidades de Mestanza--, atravesaron ayer Manzanares (Ciudad Real) siguiendo la Cañada Real de regreso a la Serranía de Cuenca en busca de pastos y zonas más frescas donde pasar el verano.
Así se ha vivido la tradición milenaria de la trashumancia, estrechamente vinculada a los orígenes históricos de Manzanares, punto de convergencia de las cañadas Real Soriana y Real Conquense en dirección al Sur de la provincia.
El rebaño entró por la Avenida de Andalucía para cruzar el Azuer, componiendo una estampa que para los mayores de la localidad ha sido habitual, incluso con ganado vacuno.
La travesía se desarrolló con normalidad durante aproximadamente hora y media, ocasionando algunas molestias al tráfico en su último tramo, al ocupar la calle principal del Polígono para encaminarse nuevamente a la Cañada Real de Cuenca, en la carretera de Alcázar.
ALTERNATIVA ECONÓMICA
Según el propietario del rebaño, "los ganaderos trashumantes se esfuerzan en mantener abiertas estas rutas, que son patrimonio de todos y que, debido al creciente coste del transporte, vuelven a ser la alternativa más económica y, por supuesto, más natural".
Hace unas semanas, personal de la Concejalía de Medio Ambiente procedió a la limpieza de diversos residuos en los tramos de Cañadas más próximos al casco urbano. Dicha limpieza se complementará con la retirada de escombros que efectuará el Servicio de Obras.
Desde las concejalías de Agricultura y Medio Ambiente se ha hecho un llamamiento a los vecinos para que respeten y ayuden a conservar las vías pecuarias, recordando que el Punto Limpio y el Servicio de Recogida de Voluminosos están a su disposición para gestionar la mayor parte de los residuos.