La laguna de Navaseca alberga en estas últimas semanas una numerosa concentración de flamencos. Los más de 500 ejemplares observados, en algunos días cercanos a los 700, están ofreciendo un maravilloso espectáculo visual facilitado por las reducidas dimensiones de la laguna que permite verlos a apenas 50 o 100 metros de la orilla. Esta masiva presencia, que nunca antes había alcanzado estas cifras, también ha facilitado que se conozcan las rutas que han seguido alguna de estas aves antes de llegar a Navaseca.
Este trabajo lo está llevando a cabo el biólogo Jordi Feliú, que actualmente anilla en Las Tablas y que ha aprovechado para pasarse por la laguna. En esa observación, en la lectura de las anillas que portan algunos flamencos se ha conocido el largo peregrinar de estas aves divagantes (aves que están de paso). En un principio, se pensó que podrían proceder de la colonia que desde hace un par de años se ha asentado en la laguna de las Jabacas (Mota del Cuervo) donde crían alrededor de 1000 parejas. Sin embargo las cerca de 25 lecturas realizadas por Feliú han deparado "resultados sorprendentes".
Por una parte, hay flamencos que han nacido en La Camarga (Francia), luego han pasado por el Delta del Ebro, Doñana, Portugal y han aterrizado en nuestra tierra, primero en Alcázar de San Juan y finalmente en Navaseca. Otros nacieron en Doñana y antes de llegar a las proximidades de Daimiel, se les vio por última vez en Túnez. Un viaje desde África que comparten con otros ejemplares, que, en esta caso, proceden desde Argelia, tal y como relataba el coordinador de Medio Ambiente, Alejandro Del Moral, en base a la información que le ha trasladado Jordí Feliú.
En palabras del también director del Centro del Agua, este trasiego refuerza la idea de la interrelación de los humedales. "Su valor individual se multiplica como parte de ese rosario de lagunas, son autenticas estaciones de descanso y alimentación y en dentro de esa relación Navaseca ha tomado una dimensión internacional gracias a estos flamencos", comentaba.
En este punto, Del Moral recalcaba que el valor ornitológico de la laguna daimieleña no se ha visto mermado por la recuperación hídrica de Las Tablas. Y es que si en los momentos críticos del Parque, Navaseca había servido de refugio para una serie de especies, éstas, a pesar de que algunas también han vuelto a Las Tablas, no han desaparecido de allí. De hecho, se mantienen desde primavera las 50 parejas de malvasía, ave en peligro de extinción que ha convertido a Navaseca en uno de sus pocos y principales reductos de cría. Además, también se siguen observando numerosas polladas de porrón común, y hay colonias de gaviotas reidoras, zampullín cuellinegro o zampullin negro.
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