A lo largo de 3 horas, los asistentes pudieron conocer los beneficios tanto económicos como ambientales asociados a la práctica de la agricultura de conservación, una interesante alternativa a la agricultura convencional, que evita el deterioro de los suelos degradados, recuperándolos y haciéndolos más fértiles, y rentabilizando costes al disminuir considerablemente el laboreo y los gastos en abono.
Por otra parte, los cultivos energéticos, centraron la segunda parte de la sesión, en la que se abordaron entre otras las potencialidades que poseen varios tipos de cultivos para la producción de energía, así como las posibilidades de producción de biomasa a partir de los residuos derivados de la poda y otras operaciones asociadas a determinadas a otras producciones. Para reforzar los contenidos abordados en esta acción formativa, se entregó a todos los asistentes, un interesante material escrito, que resultará de gran utilidad en la realización de su labor diaria.