Cuando el leyente se detiene en Tejados ó Vida propia encuentra “grandes tintes autobiográficos”. En ellos se describen las emociones del autor que, a su juicio, “tratan de pasiones y amores, dudas, miedos y temores”.
Estas páginas esconden “una especie de grito en silencio sobre las cosas que duelen, que ocurren en otras partes del mundo y que, comenta Sánchez Morago, no quiero que pasen desapercibidas en los textos ya que refleja la actual sociedad”.
Durante el recorrido entre estrofa y fragmento Canciones habla de su “gente”. Mientras que en Mi tierra grande se detiene en aspectos cotidianos de las dos ciudades a las que se debe, Alcobendas, donde reside, y Daimiel dentro de La Mancha, que asegura, “es mi tierra”.
Pese a publicar dos ejemplares de los tres editados, José Ramón Sánchez Morago se considera aún un profano en la materia. No en vano, en esta ocasión ha contado con la colaboración de autores como de José Juan Martín-Gil, Miguel Galanes, María Cruces De La Flor “prestando sus lágrimas”, como él dice.
Además, agradece la “arquitectura del libro” a Jesús Conde y la composición gráfica a Lorena Castilla, sin olvidar el apoyo de su “siempre compañera”, Nines, protagonista de su primera criatura literaria.
Sánchez Morago saca a relucir sentimientos, y es que, argumenta, “ahora más que nunca se hace necesaria la poesía, somos responsables de lo que construimos, cada día el mundo está más descorazonado, por lo que debemos elevar la mirada a aquello que sucede alrededor e intentar cambiar con pequeños gestos este mundo”.
El poeta, descubridor de su mundo en la poesía, autodidacta y emprendedor que busca expresar sentimientos por encima de reglas métricas que gobiernan el complicado universo literario, siempre se ha declarado en rebeldía. A sus 40 años cuenta con tres obras. La primera fue “Las lágrimas de mi corazón” (2004), mientras que la segunda se presentó en 2007 en Daimiel y recoge textos que van desde la poesía al cuento y desde el sentimiento hasta la problemática social.
Con ese compromiso de escribir siendo fiel a su forma de pensar y de vivir, destaca su personalidad extrovertida sobre la seriedad implícita de la actual sociedad.