Por su parte, el alcalde, José Díaz del Campo, tomó el micrófono para anunciar un compromiso: la conservación del edificio del colegio con vistas a su utilización futura como centro cultural y de formación. El primer edil subrayó que las aulas del vetusto San Isidro “seguirán siendo una referencia para la gente del barrio y para todos los ciudadanos de Daimiel que no tendrán un colegio sino dos San Isidro”, una vez concluido el traslado de la actividad educativa al nuevo centro cuyas aulas, instalaciones deportivas y comedor escolar se asentarán sobre una parcela de 4.000 metros cuadrados ubicada en el sector Los Pozos.
Antes del anuncio se habían entregado sendas placas a los antiguos profesores Emilio León y Galo Martín-Gil, éste con 92 años de edad, historia viva del centro. Don Galo, como se le conoce popularmente en la localidad, aprovechó para contar con humor algunas anécdotas surgidas entre tantos años de enseñanzas. También se honró a Julián Gómez Valiente, que formó parte de las primeras promociones de alumnos del centro.
Además el alcalde y la delegada provincial de Educación, Valle Fuentes, descubrieron las cerámicas conmemorativas de las Bodas de Platino donadas por el prestigioso ceramista daimieleño Vicente Carranza. 75 años transcurridos entre II República, Dictadura y Democracia con la Guerra Civil de por medio y vicisitudes de 2.000 alumnos, como apuntaba Emilio León.
La delegada provincial se refería a esta señera trayectoria, del mismo modo que resaltaba la “entidad” que aportará el nuevo centro a un barrio que lleva su mismo nombre. Para cerrar, algunos profesores interpretaron una canción conmemorativa con música de Juan Vicente y letra de Mari Ángeles Sánchez Terriza.
Tras el acto conmemorativo, los asistentes recorrieron el pasillo de la segunda planta de cuyas paredes cuelga una exposición integral con recortes de prensa, colecciones, fotografías y orlas de las promociones de alumnos desde los nacidos en 1959.