En un pregón lleno de imágenes, metáforas y rimas el Superior Provincial de la comunidad pasionista "Sagrada Familia" no dudaba en declarar su admiración por la localidad y poner a los daimieleños el cartel de pregoneros de su Semana Santa: “vosotros sois los verdaderos pregoneros de la Pascua, vosotros os tenéis que encargar de que esta fiesta llegue a todo el mundo, porque todo el pueblo tiene que ser costalero en estas fechas”. El acto se desarrolló en una rebosante iglesia de San Pedro Apostol en la que un gran número de asistentes tuvo que permanecer en pie durante la ceremonia.
Los más desfavorecidos tomaron relevancia en la segunda parte del pregón, Rabanal invitaba a este colectivo a no perder lo que él denominaba “fe incrédula”. “No podemos ser neutrales, neutral ya fue Poncio Pilato y acabó posicionándose en contra de la verdad” explicaba el pregonero, es por eso que añadía “el cirio que porta cada hermano debe lucir todo el año”. La imagen de la Virgen María, pero de la mujer en general estuvo presente en el pregón cuando Rabanal destacó el papel femenino en la Semana Santa daimieleña. Las procesiones que inundan las calles estos días y las respectivas hermandades que las organizan también fueron repasadas en el discurso del padre pasionista. Desde el domingo de Ramos hasta el de resurrección alabó la participación de un pueblo “que se vuelca con la pascua”. Destacó el Cristo de la Columna de los coloraos, el Jesús de Nazareno de los moraos la espiración de los blancos, el silencio para afrontar la muerte de los negros y la pasión de los corbatos.
Por último se encargó de alzar la voz contra las guerras, la pobreza, las armas y llamar a la dignidad de la vida: “no es cuestión de ir en contra de nadie, sino de ir en contra de la muerte” detallaba Fernando Rabanal. Finalmente invitaba a todo el pueblo a perdonar ya que concluía, “si no perdonas, ¿qué clase de Semana Santa quieres celebrar?”. Puntuales a su cita de todos los años, la Banda Municipal de Música con Pedro Francisco Sánchez Valdepeñas Pozo a la cabeza, abría la ceremonia interpretando una selección de marchas procesionales entre las que destacaron “La borriquilla", "Flagelación" o "Corbatos".
Viernes de dolor
El Vía Crucis de las Antorchas fue el encargado de inaugurar los actos de Semana Santa. Como cada viernes de dolor, 600 personas, 250 con antorcha en mano, participaron en la peregrinación de las quince estaciones del Camino del Santuario Virgen de las Cruces. Pese al frio del principio de la noche, la velada fue, según el presidente de la Archicofradía de la Pasión, Antonio Gordillo, “muy agradable, guardando en todo momento un silencio muy respetuoso”. Gente de todas las edades participó en la procesión que se extendió hasta pasada la media noche sin embargo, Gordillo recalcaba el gran número de niños y jóvenes que se acercaron hasta la ermita de El Cristo de la Luz. Junto a ellos todos los sacerdotes del convento, con el padre Miguel López a la cabeza, participaron en el camino. También lo hicieron los diez novicios que se preparan actualmente para entrar en la orden religiosa.
Domingo de Ramos
El buen tiempo acompañaba el domingo para la representación de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Multitud de niños y niñas procedentes de las diferentes hermandades y cofradías de la localidad participaron en la procesión del Domingo de Ramos que se celebraba tras la solemne bendición de Ramos, oficiada en la iglesia de San Pedro. Las palmas de la Borriquilla inundaron las calles de Daimiel en un recorrido que concluyó en la iglesia de Santa María dónde oficiaba su primera función de Ramos en la localidad Tomás Jesús Serrano Sánchez. La bendición de Ramos en el Convento del Cristo de la Luz y el cabildo ordinario de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de Nazareno pusieron punto y final al domingo de Ramos.