Este último salió a escena con una pancarta en la que reivindican un local estable y más cómodo para trabajar. También se celebró un desfile de moda con una muestra de los modelos confeccionados por el curso de corte y confección.
El acto comenzó con un power point de fotos de los ciclos recién terminados, incluidos datos de participación. Han sido casi 1.500 alumnos los que han pasado por la UP este año, dirigidos por una veintena de monitores en más de 30 cursos y talleres.
Después, las monitoras María José y Toni presentaron el turno de intervenciones institucionales. La directora de la UP, Amalia Romero de Ávila, agradeció el “apoyo incondicional del Ayuntamiento a pesar de las dificultades”. Dijo que termina un curso con muchas horas de formación, trabajo, esfuerzo, ocio y convivencia. Recordó que la UP sigue abierta “a cualquier persona que desee aprender”. Por su parte, la coordinadora, Francisca María Serrano de la Cruz, destacó la intensidad de un año pleno de actividades y con una respuesta magnífica “que nos hace pensar que seguimos por el buen camino”. Presentó la revista “Ventana Cultural”, por tercer año en soporte digital, que incluye artículos de monitores, alumnos y otros colaboradores, además de la memoria del curso. Terminó animando a seguir impulsando la UP “como modelo dinamizador y alternativo en La Solana”.
Participación social
El alcalde, Luis Díaz-Cacho, cerró el turno de discursos afirmando que es un logro haber llegado hasta aquí en un contexto de dificultad “la UP es uno de los espacios de participación social más importantes de La Solana”. Enfatizó la interrelación entre las personas y felicito a los monitores por su profesionalidad, calidad y capacidad para crear convivencia y amistad. También agradeció la “actitud generosa” de los alumnos “a veces con dificultades de espacio”, que se comprometió a resolver.